¡Hola a todos y todas! El pasado jueves realizamos un juego para potenciar la escritura de una manera muy divertida. Este juego consistía en repartir una serie de cartas a cada grupo de alumnos. A continuación, cada uno de los grupos tenía que analizar las
cartas repartidas por el profesor, ordenar la historia, elaborar un guión previo, hacer una redacción de la historia y una narración oral de esta. Todo ello, mediante el trabajo en grupo y contando con la creatividad de todos los componene
Nuestras cartas fueron las siguientes:
A partir de estas cartas, hemos
creado la siguiente historia, ¡esperemos que os guste!
El árbol caído

Los animales del bosque lo odiaban, decían
que era el ser más atroz del universo.
Un buen día, los animales descontentos con su situación, decidieron reunirse para hablar y buscar una solución... ¡Debían derrotar al príncipe loco!
Entre todos los animales del bosque,
el pájaro Pío (líder del bosque) fue el encargado principal para llevar a cabo esta
difícil misión. En la reunión se pusieron en común multitud de ideas:
- ¡Mordámosle los pies! – dijo la tortuga.
- ¡ Enredémonos en su cuerpo! – dijo la serpiente
- ¡Tirémosle del pelo! – dijeron los monos.
Pero de repente, un gran estruendo
los dejo a todos en silencio:
- ¿Qué es ese terrible ruido? – dijeron todos los
animales.
El pájaro Pío que era el más rápido,
abrió sus alas y rápidamente voló muy alto y vio lo que estaba sucediendo...
-
¡Es el príncipe, ya viene! ¡Viene con su espada!
¡Nos esconderemos y cuando llegue le atacaremos! ¡Todos a sus puestos!
Todos los animales se escondieron en el bosque y atemorizados pero valientes esperaban el momento. Cuando el príncipe llegó, empezó la gran batalla ¡Todos los animales saltaron sobre él desesperados!
- ¡Basta!- dijo el pájaro Pio.
El príncipe Felipe, yacía en el suelo medio calvo. Después de esto, desconsolado, pidió perdón a llantos:
- ¡Lo siento! ¡Me arrepiento de todo, no volveré a
cortar ni un árbol más! ¡Replantaré todos los árboles y además os invitaré a
todos a vivir en mi palacio!
De esta manera, el principe, se dio cuenta de el daño que había hecho a los animales, por jugar con su espada. Antes, no se había planteado si sus actos podrían perjudicar a nadie, ya que pasaba las horas pensando en sí mismo. Los animales, decidieron perdonar al príncipe Felipe. Al día siguiente, se celebró una bonita fiesta y todos comieron un gran festín en el palacio. Pero ellos no se quedaron a vivir allí, ya que todos tuvieron la misma reflexión: ¡cómo en la naturaleza, en ningún sitio!
Fin.
Por otra parte, pensamos que este
juego puede ser de gran ayuda en el aula y además se puede poner en práctica en cualquier
nivel. Este ejercicio es muy útil para trabajar la
creatividad, originalidad y la imaginación junto con el desarrollo del lenguaje
escrito y oral. Todo en un ambiente de cooperación y de trabajo en grupo, dónde aprenderán a empatizar con las ideas de los demás y crearán un texto propio.
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