Autor: Cervera, Juan
Título: Cómo practicar la dramatización con niños de 4 a 14 años
Edición
digital: Alicante: Biblioteca Virtual Miguel
de Cervantes, 2002
N. sobre
edición original: Otra ed.: Madrid, Editorial
Cincel, 1983
Portales:
·
Biblioteca de literatura infantil
y juvenil
·
Juan cervera
Materias:
·
CDU
o 821.134.2-25. Religioso y autos sacramentales.
o 821.134.2-93. Literatura infantil y juvenil
·
Encabezamiento de materia
o Literatura infantil y juvenil
o Teatro para niños
CDU:
·
821.134.2-25
·
821.134.2-93
Idioma: Castellano
El siguiente texto, es un artículo sobre el libro
“Cómo practicar la dramatización con niños de 4 a 14 años” en el cual aparecen un
conjunto de experiencias y actividades encaminadas a facilitar la práctica de
la dramatización en la escuela. Según el autor, esta tarea resulta tan difícil
como urgente por la carencia de información sobre el tema. Además, el libro no
pretende ser ningún manual de psicomotricidad, ni de expresión corporal, ni de
ritmo, ni de teatro, ni de psicodrama, ni de otras muchas actividades, interesantes
ciertamente. En el libro no aparecen ejercicios por niveles, ya que pretenden
garantizar a cada uno la libertad de programar a la vista de la situación y
circunstancias concretas de sus propios alumnos.
Entre los objetivos generales de la dramatización
no entra el enseñar ni el aprender; ejercitar y descubrir parece más exacto y
oportuno. Los objetivos más importantes son:
·
Desarrollar
la expresión bajo sus más variadas formas
·
Potenciar
la creatividad a través de los distintos tipos de expresión coordinados.
La posibilidad de alcanzar estos objetivos con
plenitud reclama para la dramatización un puesto en las tareas educativas, por
derecho propio, puesto que ninguna actividad como ella puede desarrollar la
expresión y la creatividad de forma tan singular. En esto aventaja
sensiblemente la dramatización a otras actividades educativas en las que el
cultivo de la palabra, del gesto, de la imagen, de la música o del movimiento
deben realizarse separadamente. De ahí, que esta suma de actividades suponga
por sí mismo un fuerte incentivo para la creatividad.
Dentro de la dramatización se le atribuyen otros
objetivos como favorecer la comunicación. Podríamos decir que esto más que un
objetivo en sí mismo constituye una consecuencia lógica del perfeccionamiento
de la expresión y de la potenciación de la creatividad. También, la
dramatización en la escuela no persigue la formación de actores, ni fomentar el
gusto por el teatro, ni despertar vocaciones por el arte dramático…el fin son
los objetivos anteriores. Sus objetivos básicos seguirán centrados en la
educación integral del alumno, lo mismo que sucede con la enseñanza de las
Matemáticas o del Lenguaje, cuyos objetivos, en los estadios elementales de la
educación, no persiguen la formación de matemáticos o de lingüistas. Para todo
esto ya existen niveles especializados posteriores a la educación primaria.
Por último, después de reflexionar sobre la
dramatización en la escuela, en el libro aparecen actividades de todo tipo y
experiencias, como bien he dicho al principio. En mi opinión, estaría muy bien
que hubiera una asignatura dedicada a esto. Es más, en mi colegio de primaria,
yo realizaba multitud de teatros, en los cuales aprendía y me divertía
muchísimo. Por eso, me gustaría que todos los alumnos de todos los colegios pudieran
disfrutar al igual que lo hice yo en su momento.
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