jueves, 24 de octubre de 2013

LIJ

¡Hola compañeros y compañeras!

Me dispongo a analizar, o mejor dicho a reflexionar, sobre un artículo encontrado en la página Cervantes Virtual, concretamente en el apartado de literatura infantil y juvenil. El artículo que he elegido es “El cancionero en la escuela” y se encuentra dentro del apartado llamado “Lírica Popular de Tradición Infantil”.

En este se plantea la utilización en la escuela del cancionero infantil como recurso para trabajar aspectos específicos de la lengua. Se afirma que este cancionero, puede contrarrestar la preocupación por la teoría gramatical, y la norma lingüística estructural. Esta se encuentra casi siempre estancada en un marco teórico sin dejar paso a la creatividad y el desarrollo de la imaginación.

Así pues, se hace referencia al aprovechamiento de la memoria oral, proporcionado por la cultura popular que el niño recibe desde pequeño, para fomentar las habilidades lingüísticas.

Personalmente estoy totalmente de acuerdo con la tesis que plantea este artículo. Desde pequeña he estudiado música y he experimentado las múltiples ventajas que esta te proporciona. Así pues, aparte del mero goce de la expresión musical, esta se puede aprovechar para muchísimas destrezas transversales.

Me gustaría destacar un aspecto del artículo que hace referencia a la poesía. Pienso que la poesía y la música, van estrechamente unidas de la mano. Mediante la música se pueden trabajar las pausas de un poema, en este caso mediante silencios; las sílabas tónicas de una frase, mediante acentos musicales; la entonación, duración y un largo etcétera. En la escuela tradicional la poesía se ha estancado la memorización de poemas y el saber analizar la métrica de estos. Los alumnos no se sienten vinculados con este tipo de ejercicio, ya que no les proporciona ningún conocimiento significativo al no formar parte de su contexto o entorno.  Pero ¿la canción forma parte de los niños? Desde pequeños los niños oyen canciones y  a medida que van creciendo puede que cambie el tipo de canción pero sigue siendo música. Los padres y madres cantando una simple nana ya están influyendo en su oído musical. La repetición de canciones en la radio desarrolla tanto su competencia auditiva como oral. Así pues, la música está en todas partes.


Pienso que la música, o en este caso las canciones pueden trabajarse en todas las materias de diferente manera. Si nos centramos en el área de lengua, a parte de trabajar con poemas, cualquier texto o letra de una canción puede ser analizado en todos sus aspectos. La gran ventaja es que este texto es cercano a los alumnos, o se puede hacer cercano, y a la vez divertido y estimulante.

Por ello, pienso que la música, no solo la tradicional sino también la cercana al alumnado, debe ser un instrumento para trabajar en el aula tanto en educación infantil, primaria o secundaria, para construir mediante un enfoque dinámico nuevas estructuras tanto cognitivas como emocionales y sociales. Está demostrado que los niños y niñas estimulados musicalmente adquieren un desarrollo cognitivo mayor y responden más rápido y mejor al aprendizaje de otras materias. Además esta es un gran instrumento integrador para desarrollar la creatividad, imaginación y las habilidades sociales de los alumnos.

“En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural.” (Edgar Allan Poe)

Rocío Rubio Molina

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